En este ladrillo se sustituye parte de la arcilla de la masa cerámica por vidrio reciclado de pantallas y conos de TRC de antiguos televisores y ordenadores, y de vidrio doméstico que se tira mezclado con restos orgánicos.
El vidrio se funde a menor temperatura que la arcilla, por lo tanto se consume menos energía y, en consecuencia, disminuye la emisión de gases de efecto invernadero como el CO2. En estos momentos el proyecto se encuentra en fase piloto, después de haber obtenido resultados positivos en la fase de laboratorio.