Su principal ventaja es que asegura la planeidad entre baldosas, evitando los movimientos durante el fraguado del mortero. Asimismo, se reducen los tiempos de colocación de la cerámica, consiguiendo un acabado sin escalones con el mínimo esfuerzo.
El Sistema está compuesto por calzos, cuñas, bases de cuña y alicates. El calzo está fabricado en un material de gran calidad, que permite que sea extremadamente resistente a la tracción, para así poder ajustar piezas de gran peso de forma rápida y efectiva.
Dispone de unos cortes laterales (patentados) que permiten que una vez terminado el trabajo (fraguado del mortero), se puedan retirar de forma sencilla con un simple golpe lateral en el sentido de la junta, saltando siempre por los precortes, y quedando el resto por debajo de la pieza nivelada.
La cuña presenta unos dientes en forma de sierra para ajustarse con precisión en el calzo y conseguir la máxima eficacia. Su base ha sido redondeada para evitar dañar el porcelánico. La cuña es reutilizable para múltiples ocasiones.
El alicate para cerámica dispone de una escala que hace referencia al espesor de la misma (sistema patentado). Esta permite ajustar fácilmente la herramienta a la presión requerida. Por otro lado, las partes del alicate en contacto con la cerámica están fabricadas en plástico para evitar dañar.