Se trata de un revestimiento en capa fina “de última tecnología”, según explica la compañía, que lleva incorporado un aditivo, dióxido de titanio, capaz de desencadenar la reacción de fotocatálisis. Al igual que en la naturaleza las plantas utilizan la fotosíntesis para eliminar CO2 y generar material orgánica partiendo de la luz solar, la fotocatálisis permite eliminar contaminantes tales como NOx, SOx, y COVs mediante un proceso de oxidación activado por la energía solar.
“De esta manera se promueve la eliminación de parte de los agentes contaminantes que se depositan en las fachadas, transformándolos en sustancias inertes, como carbonatos de calcio, nitratos de calcio o sulfatos de calcio, que posteriormente son eliminadas por la acción del viento y la lluvia”, explica Weber.
Este revestimiento está especialmente diseñado para prolongar la vida útil de las fachadas, particularmente aquellas que estén ubicadas en zonas de alta polución ambiental, para reducir el mantenimiento de las mimas, proporcionando una protección extra contra la suciedad y aparición de algas y hongos en la superficie.
Jesús Solsona, director de Marketing de Saint-Gobain Weber, declaró que “este producto está alineado con la estrategia We Care, que se caracteriza por desarrollar productos y soluciones constructivas comprometidas con el medio ambiente. Nos importa el presente, pero también nos importa el futuro. Nos responsabilizamos de liderar el cambio y construir un futuro en armonía con el entorno”.