El uso de materiales inadecuados y estructuras deficientes es una de las causas principales de incendio en edificios, además de un peligro de muerte.
Aunque el número de los mismos ha disminuido en los últimos años como resultado de la mejora de las estructuras de lucha contra incendios y de normativas de seguridad más estrictas, al menos en edificios públicos, “los incendios en edificios siempre ponen en riesgo la vida de sus habitantes. Por eso, el uso de productos probados y certificados es imprescindible”, afirman desde Hoppe.