Destaca por facilitar la instalación de grandes espesores de aislamiento, sin necesidad de enrastrelar y manteniendo un espesor constante en toda la cubierta sin puentes térmicos. Es un sistema muy versátil y adaptable a diferentes tipos de cubiertas de teja o pizarra, formando un soporte aislante regular de gran estabilidad, resistencia y durabilidad.
Además, de mejorar la eficiencia energética de la cubierta gracias a su amplia gama de espesores de aislamiento (30 a 200 mm) se consigue una cubierta totalmente impermeabilizada y ventilada con 30 años de garantía.