“Se trata de una solución integral que emplea sensores en la estructura para evaluar el estado de las armaduras, envía y procesa los datos en la nube y proporciona diversos parámetros físico-químicos, realizando además una estimación de la velocidad de corrosión mediante una técnica novedosa, de forma muy precisa y en tiempo real”, explican desde la empresa.
Integrable en estructuras nuevas y ejecutadas
Los sensores miden los valores de intensidad, potencial y velocidad de corrosión. Esto permite anticipar la corrosión que debilita o deteriora los elementos metálicos dentro del hormigón.
Herramienta clave para la seguridad
Proporciona datos reales en continuo permite diseñar un plan de mantenimiento que garantice la seguridad en el uso de los espacios.
Estructuras conectadas: mayor eficiencia en costes
Permite eliminar los costes de inspecciones visuales gracias a su monitorización remota y anticipar los daños producidos por corrosión; “llegando a reducir los costes de mantenimiento correctivo en un 50%”, concretan.