El hormigón es el material más empleado en la construcción por estar fabricado con materias primas ampliamente disponibles, ser económico, duradero y fácil de trabajar. Sin embargo, su impacto ambiental es considerable. El cemento contenido en el hormigón consume muchos recursos y energía durante su proceso de producción y emite grandes cantidades de CO2. –es el responsable del 7% de las emisiones globales–.
En la actualidad, no existen alternativas viables, económicas y medioambientales, que puedan sustituir al hormigón, por lo que la industria está trabajando en el desarrollo de soluciones que reduzcan su huella ambiental, como los aditivos de molienda mejoradores de calidad del cemento.
“El uso de aditivos de molienda de la gama SikaGrind®, permite ahorrar enormes cantidades de clínker cada año en el proceso de fabricación de los cementos tratados, lo que se traduce en una disminución sin precedentes de las emisiones de CO2 asociadas a este material. De esta manera se logran fabricar cementos con baja huella de carbono”, explican Ricardo Martínez, Business Developer de Sika, y José Manuel Fernández, responsable de R&D Grinding de Sika.
Además, estos aditivos están especialmente recomendados para mejorar la eficiencia del molino y del separador, y su uso es aplicado en aquellos procesos de alto consumo energético, ya sea por la baja molturabilidad del material o por la finura exigida al producto –permite una reducción de la formación de superfinos, favoreciendo las fracciones de tamaño de partícula más reactivas. Partículas demasiado finas o demasiado gruesas son causantes de un descenso en las tasas de producción, desarrollan resistencias más bajas y aumentan la demanda de agua en el producto –.
SikaGrind ejerce un potente efecto antiapelmazante transmitido al producto final, que facilita notablemente el procesado y manipulación posteriores (bombeo, ensacado y extracción de silos). Permite eliminar las pegaduras (coating) e incrementar la eficacia de los cuerpos moledores, lo que favorece la obtención de cementos en los rangos de finura deseados en menos tiempo. También cabe señalar que su empleo reduce los riesgos de hidratación en el silo.
“El sector cementero, no sólo en España sino también en Europa y el resto del mundo, nos plantea una serie de retos inspiradores para el cambio en las composiciones del cemento y su fabricación, Sika hace una apuesta firme por estas soluciones, siendo referente en el camino de la sostenibilidad del cemento, concluye Ricardo Martínez.