El proyecto Grind Sizer, en el que participa el ITC, se centra en el proceso de molturación o molienda de la composición cerámica, una etapa clave del proceso productivo de este sector ya que, mediante la reducción del tamaño de partícula se aumenta la superficie específica, favoreciendo el posterior proceso de sinterización, un tratamiento térmico a temperatura inferior a la de fusión que incrementa la fuerza y la resistencia del producto.
Al mismo tiempo, la molienda contribuye a mejorar la homogeneidad de la mezcla de materias primas empleadas en la obtención del soporte cerámico y disminuye la incidencia de posibles impurezas presentes en las mismas.
En este sentido, un adecuado control del tamaño de partícula de la composición cerámica tras su molienda "es fundamental para que el resto del proceso de fabricación se desarrolle en condiciones óptimas, permitiendo alcanzar un producto final de elevada calidad", señalan desde el instituto.
El ITC se encuentra en la actualidad estudiando su aplicación y desarrollo de diferentes tecnologías que permiten para medir de forma automática la distribución de tamaños de partícula a la salida de los molinos continuos de bolas, ya que tradicionalmente este control se realiza mediante muestreos puntuales y de una forma manual.
Actualmente, existen técnicas avanzadas que se emplean en el sector cerámico, pero únicamente a escala de laboratorio. Por eso Grind Sizer pretende validar a escala semi-industrial tecnologías como, por ejemplo, el análisis de imagen, la imaginería de rayos X, la difracción láser o la atenuación de ultrasonidos.
Con este trabajo, el ITC espera disponer de una tecnología validada en un ambiente de operación industrial que permita mejorar el control de la molienda de suspensiones cerámicas y abra las puertas a la realización de un control automático de la misma, en línea con las actuales tendencias de digitalización y automatización.