“Esta iniciativa nos ayudará a poner nuestro granito de arena en la ayuda al desarrollo de países de África y a colaborar con proyectos solidarios en nuestro país”, explica la empresa Light & Life, que se muestra “enormemente feliz”. La empresa productora también priorizará la contratación de personas en riesgo de exclusión social.
Esta luz reduce hasta un 90% su consumo respecto a las bombillas incandescentes, un 72% más que la fluorescencia compacta de bajo consumo y hasta un 20% respecto al led, hasta ahora la tecnología más eficiente.
Otra de las características de esta nueva bombilla es su durabilidad, ya que tiene una vida media de 90 años y todos sus componentes son reparables, por lo que, en caso de romperse, no haría falta reemplazarla. Esta tecnología ya ha recibido el sello ISSOP de la Fundación Feniss, que distingue a aquellas empresas que no incluyen la obsolescencia programada en la fabricación de sus productos.